Además de disminuir los niveles de estrés, la vida en un pueblo te garantiza disponer de un aire más limpio. Tus pulmones y tu salud en general lo agradecerán.
Por otra parte, descansarás mejor, ya que no existen los constantes ruidos de la ciudad (tráfico, sirenas, obras, gente a todas horas…). Es más fácil conciliar el sueño en silencio y dormir toda la noche del tirón como un niño.
El descanso es fundamental para tener una mejor salud. Pero además, estar constantemente sometidos al ruido de la ciudad puede causar otros problemas, como estrés, pérdida de audición…